GITANOS EN PERSIA


D.Kenrick y F. Vaux de Foletier sitúan los primeros textos relativos a los gitanos fuera de la India en Irán. El historiador árabe Hanza Ispahán (Hanzah inb Hasa-el isfalani) que compuso hacia el 950 una historia de los reyes de Persia, da por principal acontecimiento del reinado de Bahram Ghor, Shah de Persia entre el 420 y 438, la llegada de doce mil Zott o Sott. Hanza lo escribe así: "lleno de solicitud hacia sus súbditos, Bahran quería que dedicaran la mitad de cada jornada al descanso, las fiestas, la bebida y las diversiones. Un día vio con asombro que algunos de sus súbditos estaban comiendo y bebiendo pero sin música. Éstos le explicaron que en el imperio los músicos eran escasos y que el precio de sus servicios se había elevado de manera exorbitante. El buen Shah escribió al rey de la India, quién le envió a doce mil músicos Sott y Bahran Ghor y los distribuyó por las ciudades de su imperio".

Medio siglo después de Hanza, el poeta Firdudi, en el libro de los reyes (terminado en el 1011), cuenta la misma historia, pero con algunas variantes. Los recién llegados no son llamados Sott sino Luris. El motivo de su llegada es el mismo; la aspiración del rey de hacer feliz a su pueblo. He aquí, según la traducción de Jules Mohl, el texto de Firdusi: “Escribió una carta a cada mobed, y con objeto de mejorar la posición de todos los pobres, les preguntó: "Decidme, quién en cada sitio puede vivir sin cansarse, y quién está desprovisto de riquezas”. Recibió una carta de cada mobed con esta respuesta: "vemos el mundo entero próspero, y en todas partes se elevan bendiciones continuas, excepto de los pobres que se quejan del rey por su infortunio, porque los ricos beben vino, con la cabeza coronada de flores y al son de la música, los pobres, bebemos sin música y sin flores”… El rey se rió mucho de esta carta, luego puso en camino a un dromedario veloz con un mensaje a Sheguil que decía: "!Oh rey caritativo!, escoge diez mil Luris, hombres y mujeres, diestros en tocar el laúd". Cuando los Luris hubieron llegado, dio el Shah a cada uno un buey y un asno, pues deseaba que se hicieran agricultores; les hizo entrega por sus recaudadores de mil cargas de asno de trigo, pues habían de cultivar la tierra con sus bueyes y sus asnos y producir cosechas, a cambio de hacer música para los pobres. Los Luri partieron, se comieron los bueyes y el trigo, después, al cabo de un año se presentaron demacrados. El rey les dijo: "No hubierais debido disipar los semillas, el trigo verde y la cosecha. Ahora os quedan los asnos: cargadlos con vuestras cosas, preparad vuestros instrumentos y ponedle cuerdas de seda." Todavía hoy, los Luris, siguiendo aquellas palabras justas del rey, vagan por el mundo buscándose la vida, compañeros de cobijo de los perros y los lobos, para robar día y noche."

Si los hemos citados en su integridad es porque los textos de Hanza y Firdusi (a pesar de estar más cerca de la literatura que de la historia) resultan muy valiosos porque son los primeros testimonios escritos relativos a un pueblo llegado a Persia desde la India antes del siglo X, y que tenía fama como músicos indispensables en todas las fiestas y como nómadas por vocación.

Lo que podemos dar por sentado, hasta el momento presente, es que las migraciones hacia el oeste desde la India debieron iniciarse antes del siglo X de nuestra era. Esta afirmación está sustentada en la lingüística. Especialistas en las lenguas hindúes como el profesor Turner, así lo confirman. El argumento es que la lengua romaní no presenta los cambios que se produjeron en las lenguas hindúes a partir de entonces. No todos los inmigrantes hindúes salieron de Persia bajo la dominación árabe, pero los que emigraron en dirección a Europa debieron salir de Persia en dirección a Armenia hacía el año 750.

Si el número de palabras extranjeras que adoptaron los gitanos se correspondiese a la duración de su estancia en los distintos países, los gitanos habrían pasado del norte de la India a Persia. En tierras persas se produce una nueva migración, esta vez fragmentada en dos grandes grupos. Uno de ellos habría ido hacia Egipto, pasando por Siria y Palestina; el otro grupo, habría seguido hacia tierras bizantinas, estableciéndose preferentemente en Armenia y Grecia.

Se puede dividir toda la familia de dialectos romaníes en tres grandes grupos: el europeo, el armenio y el asiátio. El profesor Turner los calificó respectivamente como grupo Rom, Lom y Dom, según su tratamiento fonético de la palabra “domba”, derivada del sánscrito. John Sampson demostró que los originales sonidos sonoros (pronunciados con las cuerdas vocales vibrando) sáncritos bh, dh, gh y dŽh del romaní europeo y el lomavren cambiaron a sordos (pronunciado sin vibración de las cuerdas vocales) ph ,th, kh, y ch, mientras que el principio contrario- la desaspiración de la bh, dh, gh y džh es la característica distintiva del romaní asiático. Para Sampson esta evolución del romaní era consecuencia de una separación de caminos de los grupos gitanos. Dicha separación debió tener lugar en territorio persa, dando lugar a dos ramas que denominó grupo ben (domari) y phen (romaní y lomavren), según sus respectivas formas para “hermana”.